En toda la obra de Dios, María ocupa un lugar de privilegio por lo que puede ser llamada, con expresión muy grata a San Juan Pablo II: La obra maestra de Dios. Es la primera en el pensamiento divino y acompaña sus manos omnipotentes, salvadoras y santificadoras.
A través de estas páginas nos ponemos en contacto, cercano y directo con nuestra Señora. Realizamos un paseo completo por toda la historia de la redención, llevada a la plenitud en su hijo Jesucristo, por lo cual preparó a María de forma muy especial.